Periplo
Desde una viga del
techo una araña teje un hilo y se balancea en su resuelta travesía hacia el
suelo. La araña se muere del miedo, pero la determinación de abandonar el techo,
donde sufría de vértigos, ha vencido al pánico por la caída. En mitad de su viaje,
se fija en una ventana y ve, al otro lado, un prado y vacas y montañas nevadas.
Su pulso se acelera pues padece de agorafobia. Acelera el descenso. Pronto
llega al suelo donde, entre aliviada y satisfecha, respira al fin tranquila. A
continuación, la pisa un zapato y se acaban sus neurosis para siempre.
Segundo Round
Se acaban sus
neurosis para siempre, piensa, cuando pise esa araña y diga adiós a la
aracnofobia aunque, si quedase veneno en el suelo, podría emponzoñarse, así que
correría a fregar con amoniaco, cuyos vapores le podrían intoxicar, de forma que
se apresuraría a abrir la ventana para ventilar y entraría un aire tan frío que
podría resfriarse, de tal manera que iría a por una bufanda al armario cuya
puerta está suelta últimamente y podría caérsele encima, así que antes tendría
que buscar un destornillador entre las herramientas, donde un alacrán agazapado
le podría morder y matarle y acabar con sus neurosis para siempre.
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